
La oración es una de las bases de nuestra labor como iglesia, porque muestra nuestra dependencia de Dios.
Mensualmente celebramos una vigilia de oración, el cuarto viernes de cada mes.
En estas vigilias, oramos por diversos motivos: por nuestro país, por la iglesia, por las necesidades de cada familia, y, por supuesto, agradecemos a Dios por sus bendiciones.